El BofA proyecta un dólar oficial de $681 junto con un dólar CCL de $1.294 para después de las elecciones, un dólar oficial en $1.782 y el dólar CCL en $2.495 para final del 2024, y proyecta un dólar oficial en $2.895 y el dólar CCL en $3.474 para final del 2025. En otras palabras, hiperinflación.
La situación en el mercado de cambios está al borde del estallido. El dólar oficial fue congelado en $350 desde la segunda semana de agosto, pero la inflación promedió el 11% mensual desde entonces, por lo que cada vez es más difícil para el Banco Central mantener esa paridad.
Tanto es así, que el tipo de cambio real ajustado por inflación retrocedió al nivel más bajo desde diciembre de 2017. La brecha cambiaria oscila entre el 160% y el 200%, mientras que el dólar vuelve a aumentar en todos los mercados paralelos anticipando la dolarización de carteras de los ahorristas en la previa de las elecciones.
Todo esto hace pensar a la institución norteamericana que la devaluación será inevitable para el último mes de 2023. Con este pronóstico como referencia, el Bank of America proyecta que el tipo de cambio oficial aumentará de $350 a por lo menos $681 para fin de año, marcando una violenta devaluación del 94%.
El tipo de cambio Contado con Liquidación (CCL) podría llegar a cotizar en torno a los $1.300 según sugiere el banco internacional, mientras que el dólar en el mercado paralelo no tiene techo y podría sobrerreaccionar la devaluación tal y como lo hizo en el mes de agosto.
Se proyecta que el dólar CCL llegará a los $1674 en marzo de 2024, y casi $2.000 para el próximo mes de junio. Este último escenario responde al caso en que Sergio Massa ganara las elecciones del domingo 19 de noviembre, dejando al país sin ningún plan de estabilización y a merced de la tercera hiperinflación de la historia argentina.